28 Mar Síndrome de la cara vacía: miedo a quitarte la mascarilla
El 21 de mayo de 2020, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se publicó una orden que establecía la obligatoriedad de llevar mascarilla debido a la pandemia generada por el Covid-19. Desde ese momento, este elemento se ha convertido en el aliado indiscutible de todos para evitar contagios, y pese a las molestias iniciales, todos hemos incorporado la mascarilla como un elemento imprescindible en nuestro día a día desde hace más de dos años.
Desde que el gobierno comunicó el fin de la obligatoriedad de llevar mascarillas en exteriores, muchas personas se sienten desprotegidas al no llevarla y esto ha dado lugar a un nuevo trastorno que los expertos ha bautizado como “Síndrome de la cara vacía”
¿Por qué sucede esto a algunas personas?
Los seres humanos tenemos una enorme facilidad para aprender comportamientos que entrañen seguridad, se trata de un mecanismo de supervivencia muy eficaz. Implantar la mascarilla en nuestras vidas nos ha dado una sensación de seguridad y de protección que ahora, al retirarla después de tanto tiempo, genera miedo e inseguridad en muchas personas sintiéndose desprotegidas.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Este síndrome puede provocar nerviosismo, angustia, ansiedad e incluso sensación de que nos falta el aire.
También puede llevarnos a pensamientos de inseguridad o de temor a ser contagiados o a contagiar la enfermedad.
Otro de los síntomas es generar cierto rechazo al contacto social y las personas que lo sufren procurarán evitar ciertas situaciones donde se puedan sentir más vulnerables.
¿A quién afecta más?
Las personas que suelen tener ansiedad, que son hipocondríacos o sufren de agorafobia son más propensas a sufrir el “síndrome de la cara vacía”. También las personas que son consideradas grupo de riesgo bien por edad o por sufrir ciertas patologías.
Consejos para hacerle frente
Lo más importante es la adaptación. Al igual que nos hemos adaptado a llevar la mascarilla, poco a poco debemos ir adaptándonos a desprendernos de ella en situaciones adecuadas hasta que nuestra sensación de ansiedad vaya disminuyendo.
Es fundamental respetar los tiempos que necesite cada persona para adaptarse a la nueva situación.
Recuerda que no es obligatorio ir sin mascarilla, si alguien se siente más seguro, puede seguir llevándola un tiempo o llevarla en la mano.
Intenta ir retomando la vida social.
Recuerda también que la mascarilla es una barrera. Al mismo tiempo nos protege pero también nos distancia de los demás. Ver la cara de las personas nos ayuda a regular las emociones.
Busca los beneficios de no llevar la mascarilla, como respirar mejor, menos calor, etc…
Aprende a relativizar tus pensamientos relacionados con el miedo al contagio.
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