
28 Abr Eliminación de mascarillas en interiores ¿Cuándo es obligatorio llevarlas y cuándo es recomendable?
Los altos niveles de inmunidad alcanzados en la población española, tanto por la alta cobertura de vacunación (más del 92% de la población española mayor de 12 años se encuentra vacunada con pauta completa) como por el gran número de infecciones, las características de la variante Ómicron que circula actualmente, y la mayor realización de pruebas diagnósticas, han determinado un cambio en la epidemiología de la COVID-19 que apoya la transición hacia una estrategia diferente que vigile y dirija las actuaciones a personas y ámbitos de mayor vulnerabilidad y monitorice los casos de COVID-19 graves y en ámbitos y personas vulnerables.
Así, con fecha 1 de marzo de 2022 la Comisión de Salud Pública acordó eliminar la recomendación de cuarentena a todos los contactos estrechos a nivel comunitario y dirigir las actuaciones hacia la recomendación de medidas preventivas que sirvan para proteger a la población más vulnerable, y con fecha 23 de marzo de 2022, se publicó la nueva Estrategia de vigilancia y control frente a COVID-19 tras la fase aguda de la pandemia.
En el contexto epidemiológico y de inmunidad de la población, parece adecuado actualizar también la intervención de las empresas, a través de los servicios de prevención (SPRL), para reducir la transmisión, a la vez que se mantiene la protección a las personas vulnerables y así ir recuperando la normalidad en aquellos contextos en los que se estime que el balance riesgo beneficio pueda justificarlo.
La información y la formación continúan siendo fundamentales, así como la higiene personal, la higiene de los lugares de trabajo y la correcta ventilación de los lugares de trabajo y espacios interiores. Las políticas de limpieza y desinfección de lugares y equipos de trabajo, son importantes medidas preventivas.
NATURALEZA DE LAS ACTIVIDADES Y EVALUACIÓN DEL RIESGO DE
EXPOSICIÓN
Cualquier toma de decisión sobre las medidas preventivas a adoptar en cada empresa deberá basarse en información recabada mediante la evaluación del riesgo de exposición, que se realizará siempre en
consonancia con la información aportada por las autoridades sanitarias. En este proceso, se consultará a los trabajadores y se considerarán sus propuestas.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Medidas de carácter organizativo
· Si es posible, evitar la coincidencia masiva de personas, tanto trabajadores como clientes o usuarios, en los centros de trabajo durante las franjas horarias de previsible mayor afluencia. En los períodos de descanso también debe contemplarse esta medida.
· Potenciar el teletrabajo para el desarrollo de aquellas actividades cuya naturaleza lo permita. Valorar la adopción de opciones de trabajo mixtas para aquellas actividades que no requieran una presencia continua en el centro de trabajo.
· En desplazamientos en vehículos compartidos, utilizar la mascarilla y garantizar la entrada de aire exterior.
Medidas de protección colectiva
· Adoptar medidas de ventilación, limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de los centros de trabajo.
· Poner a disposición de los trabajadores agua y jabón, o geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida, autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad para la limpieza de manos.
Medidas de protección personal
La forma óptima de prevenir la transmisión es usar una combinación de todas las medidas preventivas, no solo Equipos de Protección Individual (EPI). La aplicación de una combinación de medidas de control puede proporcionar un grado adicional de protección.
En la mayor parte de las exposiciones laborales la aplicación estricta de las medidas de higiene de manos, superficies y equipos, junto con las medidas de protección respiratoria (etiqueta respiratoria y uso continuado y correcto de la mascarilla) y ventilación, minimiza la trasmisión de la infección.
El uso de mascarilla reduce la emisión de aerosoles generados al respirar, hablar, gritar, toser o estornudar y es eficaz para reducir la emisión de cualquier virus respiratorio, incluido SARS-CoV-2.
Además, el uso de mascarilla reduce la exposición al virus, al filtrar el aire inhalado a través de ella.
No obstante, en el entorno laboral y de manera general, no resultará preceptivo el uso de mascarilla.
La evaluación de riesgos del puesto de trabajo será la actividad que permitirá tomar una decisión
sobre las medidas preventivas adecuadas que deben implantarse, incluido el posible uso de mascarillas si así se derivara de la misma.
En el contexto epidemiológico y de inmunidad actual, se indica el uso obligatorio de la mascarilla en:
-Trabajadores de centros, servicios y establecimientos sanitarios según lo establecido en el Real Decreto 1277/2003.
– Trabajadores de centros socio-sanitarios.
– Trabajadores de medios de transporte de personas.
Y el uso responsable de la mascarilla en:
-Población vulnerable en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros. La estrategia vigente de vigilancia y control se centra en las personas vulnerables. Así, la
mayor parte de los casos hospitalizados y las defunciones se han concentrado durante la pandemia en las personas de mayor edad .Del mismo modo, se ha observado cómo el embarazo es una situación de mayor
riesgo de complicaciones del curso clínico de COVID-19, y también constituye un mayor riesgo para el propio curso del embarazo .Finalmente, cualquier condición que afecte al sistema inmunitario tanto por causas
intrínsecas como extrínsecas, tiene efectos en la respuesta ante el virus aumentando el riesgo de infección grave.
– Personas trabajadoras relacionadas con ámbitos vulnerables, institucionalizadas o en domicilios.
De forma general, los casos confirmados leves y asintomáticos y los contactos estrechos, no realizaran ni aislamiento ni cuarentena, respectivamente. Extremarán las medidas de protección como el uso de la mascarilla, la adecuada higiene de manos y evitarán la interacción con personas vulnerables, durante los 10 días posteriores al inicio de síntomas.
Los servicios de prevención de riesgos laborales asesorarán al empresario o empresaria y se debe recabar la opinión de responsables, mandos intermedios y representantes de las personas trabajadoras. En la evaluación de riesgos se tendrán en cuenta los siguientes elementos:
– Ventilación adecuada
– Nivel de ocupación
– Mantenimiento de distancia interpersonal de 1,5 metros
– Tiempo de permanencia
– Actividad
– Condiciones de temperatura y humedad relativa
– Utilización de espacios comunes (vestuarios, comedores, etc.)
– Medios de transporte particular compartidos
– Existencia de personas vulnerables en el puesto de trabajo
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